Google es demandado por 32 medios internacionales

32 grupos de medios internacionales han interpuesto una demanda contra Google por un total de 2.100 millones de euros (unos 2.300 millones de dólares), argumentando haber sufrido pérdidas significativas debido a las prácticas anticompetitivas y monopólicas de publicidad digital de la empresa.

Entre los demandantes se encuentran empresas como Axel Springer, un grupo periodístico y editorial alemán; Schibsted, un grupo internacional de medios de comunicación con sede en Noruega; Krone, un diario austriaco; DPG Media y Mediahuis, grupos de medios belgas; TV2 Danmark A/S, un grupo danés de servicios de transmisión televisiva; Sanoma, una empresa de comunicación y edición de Finlandia; Agora, un grupo polaco; Prensa Ibérica, un grupo de prensa español; y Ringier, un grupo de medios de comunicación suizo.

La demanda fue presentada ante un tribunal en los Países Bajos por dos razones: primero, debido a la reputación que los Países Bajos han construido como una jurisdicción clave para casos de daños antimonopolio en Europa; segundo, para evitar múltiples demandas en diferentes tribunales y países europeos.

Tras conocerse la noticia, las acciones de Google, con sede en Mountain View, California, cayeron más de un 2%.

La denuncia llega en un momento en que Europa está cada vez más atenta a las prácticas comerciales justas y a la protección de la privacidad, con regulaciones internacionales cada vez más estrictas.

Los abogados de los demandantes argumentan que las empresas de medios han sufrido pérdidas debido a un mercado menos competitivo, directamente relacionado con el comportamiento anticompetitivo de Google.

Según los abogados de los demandantes, sin el abuso de su posición dominante por parte de Google, las empresas de medios habrían obtenido mayores ingresos por publicidad y habrían pagado tarifas más bajas por servicios de tecnología publicitaria. Argumentan que estos fondos podrían haberse reinvertido para fortalecer el panorama de los medios europeos.

Para respaldar su reclamo, los abogados citaron la multa de 220 millones de euros impuesta por la autoridad de competencia francesa contra Google por su negocio de tecnología publicitaria, así como los cargos de la Comisión Europea el año pasado.

Google, por su parte, niega las acusaciones, calificándolas de «especulativas y oportunas», y asegura que trabaja de manera constructiva con editores en toda Europa, adaptando y evolucionando sus herramientas publicitarias en asociación con ellos.