La brecha sobre el futuro de los eCommerce: ¿IA sí o no?

Estar cómodo en un lugar es un placer, pero también puede llegar a ser sinónimo de estancarse. Esta situación es un ciclo, y sucede siempre.  Como cuando ibas a la escuela y después de un maravilloso año en una mesa que ya tenía hasta tu nombre grabado con unas tijeras, te obligaban a cambiar de clase, y por ende, de pupítre. A eso se le llama evolución, salir de tu zona de confort. Con esto no queremos que os emocionéis viajando a vuestros recuerdos del pasado, sino que miréis al futuro, y reinventeis el presente. Tu negocio tiene que dejar de temer «cambiar de aula» y ser el primero en levantarse para escoger el mejor pupitre del nuevo espacio. Y ahí está, la brecha entre las empresas que quieren evolucionar y las que le temen al cambio.

Los avances del Chat GPT sofocan  titulares en los medios, mientras en Twitter nutren a diario el debate social sobre sus límites. La evolución a pasos agigantados de la IA obliga a industrias de todo tipo a reinventarse y aprender a utilizar dicha tecnología a su favor.

Convertir la IA en una herramienta a tu favor:

«Nada de lo que hagas sin amor y cuidado será valioso». Esta frase puede ser la catarsis tranquilizante de una sociedad que teme a los adelantos tecnológicos. Por mucho que automaticemos ciertos movimientos, el pensamiento crítico será improgramable -o eso pensamos-.

Esto ya ha pasado antes. Hemos vivido la explosión de la comunicación de la mano de internet, hemos resurgido del Covid -o intentándolo-, como no vamos a moldear aquello que nosotros mismos hemos creado – o sino que se lo digan al presentador de hermano mayor-. Ahora estamos asistiendo a una revolución que, sin ninguna duda, lo está cambiando casi todo.

Surgió un rumor vía internet -y se extienden más rápidos que en un patio de luces-, que el movimiento profesional más inteligente que se podía hacer ahora mismo era un año sabático y dedicarlo a aprender sobre Inteligencia Artificial. Nadie de nuestro entorno le ha tomado la palabra de manera literal, pero sí que se están consumiendo in crescendo artículos, tutoriales y podcasts de la temática – y suponemos que tu eres uno de ellos porque estás leyendo este artículo-.

Paralelamente, la angustia por no estar al día de los avances en IA es un elemento tangible – como sucedió en su momento con las monedas Cripto y el incremento del Bitcoin-.

¿Cuál es el origen de la brecha?

La brecha origina en el debate de que no será la IA quien te deje sin trabajo, sino una persona que sepa usar la IA, y lo que esta puede desencadenar. Que una máquina pueda elaborar tres ensayos en 5 minutos, y que únicamente quede el redactor jefe para revisar.

Por la naturaleza del problema (miles de personas innovando en sus ordenadores, sin relación entre sí y con pocos incentivos para compartir sus avances), es difícil abordar la cuestión.

En cada escritorio se libra ahora una batalla. Si aumentas tu productividad, ¿prefieres trabajar menos horas o multiplicar el trabajo que sacas a delante? ¿Cómo sería un mundo en el que elijamos la primera opción? ¿Y la segunda? ¿Se puede, en realidad, elegir?