La rivalidad entre Shein y Temu podría influir en la evolución de la moda rápida
11 enero, 2024
El fastfashion es uno de los pilares de la industria textil pese a los avances que ha realizado la Sostenibilidad en cuanto a políticas y aplicaciones en las diferentes empresas. El ciclo funciona así: comprar en grandes cantidades, bajo precio, no darle mucho uso y acabarlo desechando. Un ciclo que los gigantes chinos como Shein y Temu están todavía impulsando.
La competencia entre ambos marketplaces ha accionado que la carrera para ver quién consigue más ventas no tenga fin. Según el último informe de The State of Fashion, el informe anual sobre el sector que elaboran The Buissnes of Fashion y la consultora McKinsey, la rivalidad de los gigantes chinos ha inducido a que, el querer ser mejor que el otro, inducirá a estrategias para potenciar sus cuotas de mercado, e influyera directamente en la evolución de este segmento.
«Shein lanzaba una media de 860 artículos nuevos al día»
Este informe señala que cuando Shein estaba buscando alcanzar su objetivo de ser valorada con 100 Millones de dólares en 2022, la compañía lanzaba aproximadamente uno s 860 artículos al día. Esta cifra es posible gracias a los factores que rodean el sector, como el bajo coste en la mano de obra, las telas de baja calidad creando un producto con base más barato, y la difícil detección de los derechos de autor de los diseños copiados por Shein. En la actualidad Shein genera entre 2.000 y 10.000 artículos nuevos al día, y ambos marketplaces, tanto Shein como Temu, envían más de un millón de paquetes al día.
¿Qué significa ser «moda rápida de tercera generación»?
El paralelismo se crea cuando gigantes como Inditex crean sistemas de diseño y logísticos para satisfacer la moda rápida, pero las características que comparten con los marketplaces chinos no son comparables. Mientras los precios de los negocios tienen diferencias considerables, Zara cuenta con un precio medio por producto de 34 dólares, mientras el de Shein baja a los 14 dólares y Temu tiene un precio medio por producto un 40% más bajo que el anterior. Eso sumado a la cantidad de productos nuevos con los que cuentan cada día marcan una nueva generación mucho más rápida en la propia «moda rápida».
A pesar de que cada año se tiran en el mundo 92 millones de toneladas de ropa, los consumidores anhelan la posibilidad de comprar constantemente prendas nuevas.