Inditex, Mercadona y Cabify no pagarán la tasa Google, pero Telefónica y Uber sí
31 octubre, 2018
Hacienda protege a pequeñas empresas nacionales como Wallapop y publicará antes de que acabe cada año las compañías a las que les afecta la «tasa Tobin»
El Ministerio de Hacienda ha dibujado las fronteras para pagar los nuevos gravámenes que creará: el impuesto a los servicios digitales y el de transacciones financieras. El primero no afectará a las firmas que vendan de manera «online» sus artículos, pero sí recaerá sobre las grandes empresas de telefonía. Así lo recogen los anteproyectos de ley de los impuestos y sus memorias normativas, a las que ha tenido acceso ABC, en la que Hacienda incluso llega a trazar un supuesto para explicar su impacto recaudatorio y cómo golpeará a las cuentas de las grandes «telecos». «En el caso de las empresas de telefonía, simplemente considerando que un 10% de sus operaciones pueda quedar sujeto, la recaudación del impuesto podría situarse en torno a 100 millones de euros», entre estas compañías, asevera en la memoria del anteproyecto.
Un porcentaje sobre las operaciones afectadas por la tasa Google que Hacienda explica será mayor en el caso de las grandes tecnológicas ya que, presume, «el impacto del impuesto para las grandes multinacionales cuya actividad básicamente se produce en el ámbito de los servicios digitales puede ser muy superior» a este 10% de las telecos.
Un 10% de las operaciones de las grandes telecos
Ello es así porque estarán gravados los «servicios de publicidad en línea», los de intermediación «online» que permitan localizar a otros usuarios e interactuar con ellos y los de «transmisión de los datos recopilados acerca de los usuarios que hayan sido generados por actividades desarrolladas por estos últimos en las interfaces digitales». Ello ataca el negocio de redes sociales como Facebook, empresas como Amazon o Google, firmas de economía colaborativa como Airbnb y Deliveroo y también las «telecos» por su negocio de publicidad «online» y venta de metadatos.
Pero también hay exenciones. Hacienda libra a aquellas empresas que venden en línea sus productos sin más, es decir, ni la compra de ropa online en las tiendas de Inditex, ni la de electrodomésticos en El Corte Inglés o la de comida a domicilio en la web de Mercadona estarán gravadas con el tributo, para no afectar al comercio electrónico.
Uber sí, Cabify no
Ello es así porque el anteproyecto especifica que no quedarán sujetas «las ventas de bienes o servicios contratados en línea a través del sitio web del proveedor de esos bienes o servicios (las actividades minoristas de “comercio electrónico”)» así como «las entregas de bienes o prestaciones de servicios subyacentes que tengan lugar entre los usuarios, en el marco de un servicio de intermediación en línea». Es decir, Wallapop también queda fuera del impuesto porque no cobra comisión.
Hacienda también excluye a las empresas nacionales que no facturen 750 millones en todo el mundo aunque en España tengan una cifra de negocio superior al umbral de tres millones. Ello protegerá a pequeñas empresas españolas y provocará la paradoja de que Uber pague la tasa Google pero no Cabify. En cuanto haya un proyecto europeo de impuesto, el Fisco lo sustituirá en detrimento de «su» tributo del 3%. Al ser un impuesto indirecto, señala Hacienda, el impuesto «no queda comprendido en los convenios de doble imposición», para detrimento de empresas extranjeras.
Para calcular la base imponible del impuesto, se tendrá en cuenta la publicidad en los dispositivos del territorio, y los usuarios que han generado los datos para los servicios de intermediación en línea y de transmisión de datos.
Multas de un 0,5% de la facturación
Con el fin de acreditar que las empresas no disfrazan el lugar donde se produce su actividad, Hacienda fija multas de un 0,5% de la cifra de negocio si hay actividad económica o hasta 15.000 euros si no la hay, o 150 euros por cada acceso falseado y rastreará el Protocolo de Internet (los llamados IP) para detectar este fraude.
El «fuerte crecimiento» de la publicidad online y del tráfico de datos justifica, según la memoria, que Hacienda prevea ingresar entre 1.065 y 1.258 millones frente a los 600 que auguraba el anterior equipo de Montoro.
Los nuevos impuestos, negociados en el cupo
Lo que tienen en común tanto la «tasa Google» como la «tasa Tobin» es que en ambos casos Hacienda admite que deberá negociar su incorporación al cupo vasco y el concierto navarro, al ser nuevos impuestos, ya que entrarán «sin perjuicio de los regímenes tributarios forales de concierto y convenio económico en vigor, respectivamente, en los Territorios Históricos del País Vasco y en la Comunidad Foral de Navarra».
Una negociación que se deberá abordar con el PNV, cuyo apoyo a los dos tributos está en el aire. Ambos impuestos, además, entrarán en vigor a los tres meses de que salgan en el BOE, cuando las Cortes les den el visto bueno, lo que reduce la recaudación y posterga su entrada en vigor.
Rescates a la banca, excluidos de la «tasa Tobin»
En el caso del impuesto a las transacciones financieras gravará con un 0,2% la compra de acciones de cotizadas que, a 1 de diciembre del año anterior a la adquisición, supere los mil millones de euros. Antes de que acabe el año, el Fisco anunciará qué empresas son. «Hacienda publicará antes del 31 de diciembre de cada año la relación de las sociedades españolas con un valor de capitalización bursátil a 1 de diciembre del mismo año», señala el anteproyecto.
Asimismo, se excluye la compra de acciones por rescates bancarios o resoluciones como la del Banco Popular, así como las salidas a Bolsa y las ampliaciones de capital, junto a numerosas operaciones de intermediarios financieros.
FUENTE: ABC / Javier Tahiri