¿Cómo funciona la colmena de Mercadona?
26 marzo, 2019
Hasta el momento, los pedidos a Mercadona realizados a través de la plataforma online se servían y preparaban en el establecimiento más cercano al cliente. Sin embargo, en Valencia ya opera una de las ‘colmenas’ de la cadena de supermercados, que abastece a 97 poblaciones y 134 códigos postales en un radio de 40 kilómetros.
24h al servicio del cliente
Siguiendo la línea de la colmena de Valencia, el grupo tiene previsto establecer entre 2019 y 2021 dos macroalmacenes similares en Madrid y otros dos también en Barcelona. Tras ellas, les seguirían A Coruña, Bilbao, Zaragoza, Palma, Alicante, Murcia, Sevilla, Málaga y Las Palmas.
La colmena, situada en el polígono de Vara de Quart de Valencia, cuenta con 13.000 metros cuadrados y recibe aproximadamente 800 pedidos al día, la gran mayoría a partir de las 22h, puesto que Mercadona permite realizar pedidos online a través de su web durante las 24h del día.
De esta forma, el pedido comienza a prepararse a partir de las 22h, añadiendo a la cesta los productos secos envasados. Por su parte, a las 3 de la madrugada se seleccionan los productos frescos, que es cuando llegan los camiones a la nave. Más tarde, a las 5 de la mañana se añaden los productos de panadería recién horneados y, por último, se incluyen los artículos congelados. De esta forma, la compañía puede comenzar a entregar los primeros pedidos a los clientes a partir de las 7h.
Además del almacén, en la colmena se encuentran otros servicios generales como el área informática o los servicios de atención al cliente. En este gran almacén trabajan con cerca de 8.000 referencias distribuidos en más de 10 pasillos en una nave industrial. Estanterías, neveras de congelados, cámaras frigoríficas, zona de carne y personado y área de panadería. Todo preparado para preparar los pedidos dispuestos a ser distribuidos en una flora de unos 40 vehículos.
Mercadona busca la rentabilidad del ecommerce
Mercadona acepta los pedidos online superiores a 50 euros y cobra 7,21 euros por los gastos de gestión. Para llevarlo a cabo, un trabajador hace la compra de seis clientes en una hora. Gracias a un sistema de fotos y códigos del producto, el empleado recoge el artículo más cercano para añadirlo a la cesta de cada uno de esos seis pedidos.
Para evitar fallos, la distribución de los artículos en los estantes no sigue un orden lógico. Esto facilita que el trabajador a golpe de vista pueda distinguir claramente los productos sin miedo a confundirlo con uno parecido o de otra marca. Por su parte, los productos seleccionados de fruta y verdura, así como de pescado y carne se preparan en otros puntos del almacén. Sin embargo, todo confluye en un mismo transporte, aunque viajen en zonas separadas atendiendo a las condiciones de refrigeración.
Desde Mercadona aseguran que la colmena se encuentra todavía en fase de experimento. Se trata de una especie de laboratorio en el que cada día implementan nuevos cambios. El objetivo es depurar el sistema y el proceso según vayan ampliando a otras ciudades para que el canal de ecommerce de la compañía sea cada vez más rentable. A pesar de la inversión, los márgenes de beneficio son todavía limitados para el sector de la venta online de alimentación.