Ómicron hace tambalear la cadena de suministro global

El proceso de globalización que están sufriendo los países desde hace 50 años ha provocado que cada vez estemos más intercomunicados. Esto hace que los periodos de prosperidad y recesión cada vez estén más sincronizados. La integración comercial ha obrado un milagro de prosperidad compartida, y también ha puesto en común las principales contracciones económicas. Era cuestión de tiempo que terminásemos compartiendo, también, una crisis de suministro.

En este caso viene provocada por el impacto que la variante ómicron esta teniendo en China. Ya desde el inicio de la pandemia, la COVID ha supuesto un gran reto a nivel logístico y para la cadena de suministros. El parón de producción por la cuarentena, seguido del gran crecimiento que ha experimentado el sector de la venta online a nivel mundial ha provocado grandes quebraderos de cabeza para las empresas de distribución y producción.

El gigante danés de transporte y logística Maersk ya ha anunciado retrasos en la cadena de suministros global. “La pandemia sigue fuerte y estamos viviendo nuevos brotes que afectan nuestra capacidad para transportar su carga”, ha anunciado el portavoz de la compañía. En algunos puertos, como el de Felixstowe en el Reino Unido, la empresa esta sufriendo retrasos en sus barcos de entre siete y diez días. Aunque esperen que la situación mejore pronto.

Impacto de la Ómicron

En China, uno de los principales centros portuarios del país en Tianjin, están sufriendo una gran cantidad de confinamientos por culpa de la ómicron, afectando así gravemente a la cadena de suministros global. Aunque el puerto de Tianjin, que manejó más de 20 millones de TEUs el año pasado, sigue funcionando, ha suspendido la recogida de contenedores de importación, ha reducido las horas laborales y ha impuesto una restricción a las entregas en camiones.

El Banco Central Europeo (BCE) ha emitido un comunicado para referirse ha este problema e intentar transmitir calma. Si bien es cierto que reconoce una rotura en la cadena de suministros global y advierte “los cuellos de botella en el comercio mundial podrían terminar por motivar un efecto en el que el fabricante magnifica la demanda real por una mala recepción”. También ha enviado un mensaje tranquilizador y prevé que estas interrupciones en la cadena de suministros se aligeren en el segundo trimestre de 2022.